La dinastía Targaryen se encuentra en la cúspide absoluta de su poder, con más de 15 dragones bajo su yugo. La mayoría de los imperios se derrumban desde tales alturas. En el caso de los Targaryen, su lenta caída comienza cuando el Rey Viserys rompe con un siglo de tradición al nombrar a su hija Rhaenyra heredera del Trono de Hierro. Pero cuando Viserys más tarde engendra un hijo, la corte se sorprende cuando Rhaenyra conserva su condición de heredera, y las semillas de la división siembran fricciones en todo el reino.